Llevo usando la Bambu Lab P1S varias semanas y, sinceramente, es una de las impresoras más rápidas y eficientes de su categoría que he tenido el placer de probar. La velocidad de impresión de hasta 500 mm/s y su impresionante aceleración no comprometen en absoluto la calidad de los modelos. Me ha cautivado especialmente el sistema AMS, que permite la impresión simultánea de hasta 16 colores, abriendo un abanico de posibilidades creativas. La plataforma Ultrabase asegura una excelente adherencia de los modelos, mientras que la cámara integrada, junto con la aplicación Bambu Handy, facilita un control cómodo y directo del proceso de impresión desde el smartphone.
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En mi taller doméstico, el Snapmaker Artisan ha ocupado inmediatamente el lugar principal. Es una herramienta verdaderamente versátil: impresora 3D, grabadora láser y fresadora CNC, todo en un mismo equipo. No es necesario adquirir tres máquinas caras por separado, lo que supone un considerable ahorro de dinero, espacio y tiempo. Con el láser de 10W, puedo grabar incluso cuero y cortar contrachapado de 6-7 mm sin problemas. He probado a trabajar con acrílico y la calidad de las líneas es muy nítida. El software Luban, aunque un poco "verde" y con algunos lags ocasionales, ha mejorado notablemente con las últimas actualizaciones. La nivelación automática de la plataforma es una auténtica bendición en comparación con impresoras más antiguas. Suelo imprimir con PETG y PLA+, y aunque el ABS es más desafiante sin un cerramiento, es factible. Con el TPU tuve problemas de atascos, por lo que me limito a utilizar materiales rígidos. En general, estoy muy satisfecho con la calidad de este equipo.
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